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Creencias Erradas Sobre Jesús




Introducción

 

Hace unos días celebramos la navidad; el nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo. En ese día, decidí actualizar y compartir un artículo que había escrito en el 2020 para la misma fecha sobre el concepto errado que los judíos del primer siglo tenían del Mesías. El punto del artículo era señalar el hecho de que, hoy día, muchas personas tienen una imagen errónea de Jesús en sus mentes, y en ocasiones se enseña y se predica esta imagen errónea sobre Jesús en la iglesia. Si decimos creer en Jesús, necesitamos asegurar que sea el mismo Jesús descrito en la Biblia.

 

Siguiendo esa misma línea de pensamiento, ayer me senté a enumerar algunas de las creencias erradas más comunes sobre Jesús, y hoy decidí responder a ellas en este artículo, de manera resumida y sencilla. Espero que lo disfruten y que, de alguna manera, ayude a la iglesia a tener una imagen más clara sobre quién es o era el Jesús real.

 

1: Jesús no existió

 

Esto es una de las creencias más comunes sobre Jesús, dentro del mundo no-cristiano, especialmente en las redes sociales. La idea de que la historia de Jesús es un mito, o que fue inventada por la iglesia, o que sencillamente no tenemos ninguna evidencia histórica sobre Su existencia, aunque es popular, no tiene ningún fundamento en la realidad. No se dejen llevar por lo que escuchan o leen en las redes. La realidad del caso es que la existencia de Jesús es afirmada por básicamente todo historiador moderno, en especial los historiadores del nuevo testamento.


Además de la Biblia, la cual es la fuente más antigua que tenemos sobre Jesús y que es sustentada por mucha evidencia arqueológica e histórica, Jesús es mencionado por historiadores judíos y romanos dentro de los primeros 2 siglos de Su vida. En particular, Jesús es mencionado y descrito por el historiador judío más respetado de la antigüedad, Flavio Josefo, y el historiador romano más respetado de la historia antigua, Tácito. Esto es significativo por varias razones, una de ellas siendo el hecho de que, la mayoría de las biografías antiguas que tenemos fueron escritas siglos después de la persona que describen. En el caso de Jesús, tenemos documentos sobre Su vida (la Biblia) que fueron escritos a sólo años después de Su muerte, mientras Su familia, amigos, y enemigos todavía seguían vivos. Y, tenemos documentos históricos (los de Josefo Tácito) que fueron escritos no más de 100 años después de Su muerte. Esto es inconcebible para la historia antigua, y es una de las razones por la cual podemos saber que Jesús fue una persona real.

 

Existen otras fuentes adicionales, pero estas dos fuentes son más que suficientes como para demostrar que Jesús fue una persona real. El que se atreva a decir lo contrario es, o porque no conoce la evidencia, o simplemente quiere ser controversial. Pero, la creencia de que Jesús no existió no tiene ningún fundamento en la realidad, y es demostrada falsa por la evidencia histórica.

 

2: Jesús No Fue Considerado Dios Hasta Cientos de Años Más Tarde

 

Una vez el no-creyente acepta que Jesús existió, usualmente lo que dicen es que, aunque haya existido, no era la persona que la iglesia dice que es, hoy día. La acusación es que la historia de Jesús ha ido cambiando con el tiempo, y poco a poco se ha ido convirtiendo en leyenda, transformando un mero carpintero del primer siglo a un Dios, cientos de años después. En otras palabras, muchas personas creen que Jesús nunca dijo ser Dios, y que los primeros cristianos tampoco creían que Él era Dios.

 

Existen varios problemas con esto. Primero, el nuevo testamento es el documento más antiguo que tenemos sobre la vida de Jesús, y en ese documento tenemos múltiples pasajes alegando que Jesús es Dios (Juan. 1:1; Juan. 20:28; 2 Pedro 1:1). Segundo, el nuevo testamento también es el documento mejor atestado de la historia antigua, con más de 5,000 manuscritos en griego, y alrededor de 30,000 manuscritos en total. Algunos de estos manuscritos son del primer siglo, y cuando se comparan estos manuscritos los unos con los otros, no se encuentra ninguna diferencia significativa. En otras palabras, la evidencia manuscrita demuestra que el nuevo testamento no se ha ido cambiando con el tiempo, como algunos alegan. Por lo tanto, desde el principio, el nuevo testamento ha enseñado que Jesús es Dios.

 

Por último, los padres de la iglesia (viviendo y escribiendo en los primeros 300 años después de Cristo) creían que Jesús era Dios. Aquí les dejo una página que recopila y cita a 9 padres de la iglesia dentro de los primeros 300 años d.C. que dicen, explícitamente, que Jesús es Dios. No es cierto, entonces, que ni Jesús, ni los primeros cristianos creían que Él era Dios. La evidencia nos demuestra que esto ha sido una creencia central del cristianismo desde el inicio. La historia de Jesús siempre ha sido la misma; no ha sido cambiada con el tiempo, y el que alega esto lo tiene que demostrar (nadie lo ha logrado, aún).

 

3: Jesús era Musulmán

 

Esto es una de las creencias más absurdas que he escuchado, pero muchos musulmanes genuinamente lo creen. Su argumento es que la palabra “Islam” significa “sometido.” Cuando una persona se arrodilla a orar a Dios, por ejemplo, se está sometiendo a Dios, y en este sentido está practicando el Islam. Bajo este significado del Islam, Jesús era musulmán porque tenemos varios ejemplos en donde Jesús se sometió a la voluntad del Padre, y oraba postrado. Nuevamente, existen varios problemas con esto.

 

Primero, si lo único que te hace un musulmán es que ores postrado, quiere decir que básicamente todo miembro de cualquier religión es un musulmán, desde budista a hinduistas o judíos. Claramente, esto es absurdo, especialmente si, aunque yo ore postrado, yo rechazo todas las enseñanzas del Islam. Segundo, Jesús no siempre oraba postrado, sino que, en ocasiones, oraba mirando al cielo, probablemente de pie (Juan 17:1), y nos enseñó que podemos orar de pie (Marcos 11:25). Tercero, Jesús enseñó muchas cosas que contradicen el Islam, como, por ejemplo, que Él es Dios (Juan 8:58). No se puede ser musulmán si se cree y se enseña cosas que son contrarias al Islam.

 

Por último, el problema principal con esta alegación es que...¡el Islam no existía para el tiempo de Jesús! El Islam es una religión que fue creada 500-600 años después de Cristo. No se puede ser algo que no existía. Esto sería el equivalente de yo decir que Jesús era un demócrata o republicano porque creía en el poder del gobierno (Marcos 12:17), o que era comunista o socialista porque creía en ayudar a los pobres (Lucas 12:33-34). Todas estas alegaciones serían absurdas porque nada de esto existía para el tiempo de Jesús. Decir que Jesús era musulmán es igual de absurdo, y falso.

 

4: Jesús era Blanco

 

Todos hemos visto las imágenes de Jesús en diferentes pinturas alrededor del mundo, y en la mayoría de estas pinturas, Jesús es un hombre blanco, rubio, de ojos azules. Pero, la realidad del caso es que Jesús era un judío del medio-oriente, y la mayoría de las personas de esa región son de color de piel un poco más oscura. Al final del día, no sabemos qué color de piel Jesús tenía, pero es altamente improbable que era un hombre blanco, de ojos azules.

 

5: Jesús era Negro

 

Para la sorpresa de muchos, el hecho de que Jesús no era blanco no quiere decir que era negro. Existe una imagen bastante popular que dice representar correctamente cómo Jesús se hubiera visto en el primer siglo, pero aún esta imagen es pura especulación. La razón principal por la cual algunos creen que Jesús era negro es porque, como mencioné arriba, Jesús era un judío del medio-oriente, y la mayoría de las personas de esa región son de ese color.


Sin embargo, al final del día no sabemos el color de piel de Jesús. No todo el mundo de esa región es del mismo color de piel, y sabemos por cómo funciona la genética que las anomalías son posibles. Pero, sí tenemos un poco de información sumamente interesante que nos puede ayudar a conocer un poco más sobre el color de piel de Jesús. La única descripción escrita que tenemos sobre los judíos del primer siglo proviene del Rabbi Ishmael, escribiendo en el segundo siglo. Según este rabbi, “Los hijos de Israel...son como el boj, ni blanco ni negro sino de un tono intermedio.” El boj, para los que no saben, es un tipo de madera color crema u oliva. De ser cierta esta descripción, este es el color de piel de Jesús más probable.

 

Al final del día no importa si Jesús era blanco o negro o violeta. Pero, nadie puede decir con certeza qué color de piel tenía.

 

6: Jesús Vino a Enseñarnos a Ser Mejores Personas

 

Quiero comenzar esta sección dejando claro que Jesús  nos enseña a ser mejores personas. Nos enseña, por ejemplo, a amar al prójimo (Marcos 12:31), incluso a nuestros enemigos (Mateo 5:44), a ayudar al necesitado (Lucas 14:13), entre otras cosas. El problema no es decir que Jesús nos enseña estas cosas. El problema cuando decimos que para esto vino Jesús al mundo.

 

Usualmente, los que dicen esto son cristianos liberales o progresistas, muchos de los cuales ni tan siquiera creen que Jesús murió por nuestros pecados. La idea es que la iglesia se ha enfocado tanto en el sacrificio de Jesús que ha ignorado las “verdaderas” enseñanzas de Jesús, como el amor y la inclusión. Sin embargo, la Biblia nos dice claramente que “Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores” (1 Timoteo 1:15). Y, Jesús mismo nos dice, directamente, que vino “para servir y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:28). No encontrarás ningún verso bíblico que diga que Jesús vino para enseñarnos a ser mejores personas.

 

El evangelio es una sola cosa: la muerte y resurrección de Cristo por nuestros pecados (1 Corintios 15:3). Esto no quiere decir que no haya otras cosas que también sean importantes, como el amor al prójimo. El evangelio tiene otras implicaciones para nuestras vidas, además de la salvación. Pero, cuidémonos de enfocarnos en estas otras implicaciones a tal punto de que olvidamos la razón principal para la cual Jesús vino al mundo: para salvarnos de nuestros pecados. Todo lo demás, aunque importante, es secundario a este propósito principal.

 

7: Jesús Fue Asesinado Porque Retó a la Élite Religiosa

 

Esta alegación está relacionada a la anterior. La idea es que Jesús fue un revolucionario radical que enseñaba cosas que retaban a los religiosos de Su tiempo, como por ejemplo el amar hasta a los más bajos de la sociedad. La implicación, entonces, es que la iglesia de hoy día representa esa élite religiosa que Jesús vino a destruir, y que los “verdaderos” cristianos son aquellos que no participan de la iglesia formal, sino que están por el mundo amando a las personas.

 

Todo esto se escucha muy bonito, especialmente para las generaciones que no les agrada la autoridad (el gobierno, la policía, la religión). Y, tiene algo de cierto. Es cierto, por ejemplo, que Jesús retó a los religiosos de Su tiempo. También es cierto que eventualmente lo mataron precisamente porque lo veían como un peligro. Pero, el reto o peligro que representaba Jesús no tenía que ver con Su mensaje de amor; tenía que ver con Su naturaleza divina.

 

Por ejemplo, sabemos que, en más de una ocasión, los fariseos (la élite religiosa) intentaron matar a Jesús porque, según ellos, había cometido blasfemia (Juan 8:58-59). También sabemos que no tenían problema con las buenas obras de Jesús (Juan 10:32-33). De hecho, la razón oficial por la cual condenaron a Jesús, luego de Su juicio, fue precisamente la blasfemia (Lucas 22:70-71). Existen otros motivos secundarios como la envidia (Mateo 27:18) y el miedo (Juan 11:48). Pero, es claro que la razón principal era por Su supuesta blasfemia (decir que era Dios).


Ahora bien, estas son las razones terrenales por Su muerte. Pero, no podemos interpretar a la muerte de Jesús puramente como un evento terrenal, ya que esta no es la manera en que Su muerte es descrita en la Biblia. Ya mencioné arriba que Jesús mismo fue claro en que Su propósito principal por el cual vino al mundo fue para morir por nuestros pecados. Y, la Biblia, una y otra vez, nos deja saber que Jesús murió por nuestros pecados (1 Pedro 3:18; 1 Corintios 15:3; Romanos 4:25). Esto es importante porque es incorrecto decir que Jesús fue asesinado. A Jesús no lo mataron; Jesús entregó Su vida en la cruz por nosotros (1 Timoteo 2:6).


Jesús, antes de ser crucificado, nos dejó muy claro que, “Porque yo pongo mi vida, para volver a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo el poder para ponerla, y tengo el poder para volverla a tomar” (Juan 10:18). Necesitamos entender que Jesús vino a morir, y murió voluntariamente en el momento exacto que Él mismo decidió hacerlo. Muchos intentaron matarlo en más de una ocasión, desde niño, pero no pudieron. ¿Por qué? Porque no era Su tiempo, aún (Juan 7:6).


Decir que Jesús fue asesinado porque retó a la élite religiosa, o por cualquier otra razón, es ignorar el hecho de que Jesús fue quién entregó Su vida por nosotros. Nadie se la quitó. Así, que, aunque tiene algo de cierto decir que Jesús, entre otras cosas, retó a la élite religiosa, no es correcto decir que este fue Su propósito principal en la tierra, o que por esta razón fue asesinado. Cabe notar, de hecho, que a Jesús lo intentaron matar desde que era niño, mucho antes de haber predicado algún mensaje en contra de la élite religiosa (Mateo 2:16). Esto deja claro que la muerte de Jesús era un asunto espiritual, no terrenal, y no tenía que ver con Sus enseñanzas.

 

Conclusión

 

Existen muchas creencias sobre Jesús, algunas correctas y algunas no. Es importante siempre asegurarnos de que lo que estamos enseñando sobre Jesús, está centrado en la Biblia, la mejor fuente de Su vida y ministerio. De lo contrario, no estamos predicando sobre el Jesús verdadero, sino sobre la imagen de Jesús que hemos creado en nuestras mentes. El problema es que esa imagen de Jesús no es real, y por lo tanto no nos puede salvar o darnos vida eterna. El único que puede salvarnos es el Jesús verdadero y, por lo tanto, es este Jesús en quien debemos de creer, y el cual debemos de proclamar.

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