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Manuel Boglio

La Vida No Tiene Valor


Permítanme comenzar con un leve tangente que no será de interés para todo el mundo. Les prometo que es relevante. Esta semana, terminé de leer una serie de comics, Invincible, que trata sobre un superhéroe que es, pues, invencible. El año pasado, salió una nueva serie con el mismo nombre, basada en esta saga de comics, y esto es lo que me hizo querer leer los comics. Sencillamente, tiendo a ser impaciente para algunas cosas, y no me visualizo esperando años en terminar esta historia tan increíble, si es que no cancelan la serie antes de terminarla.


Leves spoilers para los que desean ver la serie. Créanme, la historia es tan increíble que este spoiler, aunque parece ser grande, en realidad no es nada.


En esta primera temporada, que cubre los primeros 12 libros del comic, Invincible se topa con la revelación de que su padre, Omni-man, el superhéroe más poderoso del mundo, en realidad es malvado, y quiere apoderarse del planeta tierra. Esto, luego de más de 20 años creando la falsa imagen de que es una buena persona, defendiendo a la tierra de un sin-número de peligros, logrando la confianza y la admiración del mundo entero. Cuando Invincible se entera del plan de su padre, intenta detenerlo, pero sus fuerzas no son suficiente. Comienza una pelea increíble entre Omni-man y su hijo, Invincible, provocando la destrucción de ciudades enteras, cientos de muertes humanas, y al final de todo, Invincible está al borde de la muerte.


Mientras pelean, Omni-man intenta explicarle a su hijo que sus intenciones servirán para el beneficio de la humanidad, ya que serán conquistados, pero prosperarán, no habrá más guerra, etc. Pueden lograr la paz y la prosperidad que tanto han deseado, con la única condición de que estarán sujetos, como esclavos, por esta gran raza de seres poderosos (Viltrumites). Por supuesto, Invincible se niega a aceptar esto, algo que Omni-man no logra entender.


Ya nos estamos acercando al punto, no se preocupen.


Omni-man es casi inmortal, al igual que Invincible y el resto de su raza. A estas alturas, ya Omni-man ha vivido, si no me equivoco, por más de mil años, y vivirá miles de años, más. Cuando ve que Invincible no va a aceptar sus promesas de paz y prosperidad, Omni-man intenta apelar a su intelecto. Omni-man no entiende el por qué a Invincible le importa tanto la humanidad. “De aquí a 500 años,” Omni-man le explica, “todo el mundo que tu conoces ahora mismo estará muerto. No existirá nada de esto por lo cual estás dando tu vida para defender. Esto no tiene sentido. ¡Piensa, Mark, piensa!” (seguramente, han visto el meme).


El punto de Omni-man es sencillo: la vida humana no tiene valor. Todos van a morir, tarde o temprano. Y, para personas casi inmortales como ellos, este momento es tan insignificante como un grano de arena en la playa. Para Omni-man, no tiene sentido dar tu vida para defender a unas personas que van a morir eventualmente, de todas formas. No tiene sentido aferrarte a algo tan pasajero que un día solo será una memoria. Y, sobre todo, aunque tendrán que morir miles o millones de personas en este momento (porque él matará a toda persona que no se someta a su autoridad), a largo plazo vivirán y prosperarán millones y millones de personas, más. Por lo tanto, los que morirán, hoy, no se comparan con los que vivirán, después. Su sacrificio es necesario para el bien común.


En resumen, este es el argumento de Omni-man para justificar la masacre de miles de personas, y para justificar la esclavitud de millones, más. Y, mi pregunta, ante este argumento, es: ¿tiene la razón? ¿No es cierto lo que Omni-man está diciendo? Y, si no es cierto, ¿cómo lo demuestras? Le he hecho esta pregunta a varias personas, en los últimos días, y aún no me han podido responder. Algunos, incluso, aceptan que su argumento tiene sentido, pero aún así se niegan a aceptar que es algo bueno. No es bueno, pero, no saben por qué.


Hoy día, nos encontramos en un momento en donde existen tantas luchas por los derechos de ciertas personas o comunidades. Por años, la comunidad LGBTTQ+ ha luchado por sus derechos humanos, y lo han ido logrando. Igualmente, se sigue luchando por los derechos humanos de los negros, las mujeres, personas trans o no-binarias, etc. En Puerto Rico, hace uno o dos años se declaró un estado de emergencia por la violencia de género, debido al alza en muertes y violencia hacia la mujer, y otras personas. Hoy, si yo decido decir que tu eres una mujer, a pesar de que tu me has dicho que eres un hombre, esto se podría considerar como un acto de violencia, odio, o transfobia. Tu vida ahora está en peligro, me alegan, porque mi retórica transfóbica crea una sociedad que promueve la violencia en contra de la comunidad trans, y aporta al aumento en suicidios, dentro de esa comunidad. Es decir, hasta una simple oración o palabra (él o ella) se puede considerar un ataque en contra de tu humanidad, y una negación de tu derecho a la vida.


Pero, dentro de todos estos argumentos y luchas por los derechos humanos, mi pregunta siempre ha sido, ¿de dónde salen estos derechos? ¿De dónde sale esta idea de que la vida tiene valor, y que cada ser humano tiene ciertos derechos? Usemos, como ejemplo, el tema del aborto, ya que es el tema del momento. Los que defienden el aborto alegan que es un derecho humano de la mujer. La mujer debería de tener autonomía absoluta sobre su cuerpo, y prohibir el aborto es un ataque en contra de esta autonomía. Olvidémonos, por un momento, si esto es un argumento válido, o no. Olvidémonos, por un momento, si este argumento logra justificar el aborto, o si el aborto es un ataque en contra del derecho a la vida del feto, etc. Creo que una pregunta importante que nos debemos de hacer, ante este argumento, es, ¿de dónde sale ese derecho que tu alegas que tienes, y que te estamos robando? Solo tenemos tres opciones.


La primera opción es que los derechos humanos están fundamentados en nosotros mismos, o en la naturaleza. Pero, por favor, alguien que me explique qué parte de la naturaleza produce derechos naturales, porque yo no lo veo. ¿Qué parte de la “madre tierra” nos dice que la mujer tiene el derecho a matar a un bebé, mientras esté en su vientre, porque su autonomía va por encima del derecho a la vida de ese bebé? Alguien que me explique el por qué, si los derechos provienen de la naturaleza, no existe una manera clara y objetiva para reconocer estos derechos. Es decir, yo puedo ver cuando una persona nace nene, nena, blanca, negra, grande, pequeña, etc. Pero, cuando un bebé nace, yo no lo puedo mirar y decir, “Ah, mira, ahí están sus derechos.” De hecho, si los derechos realmente fueran fundamentados en la naturaleza, la lógica nos diría que todo lo que existe tiene estos mismos derechos. Es decir, no debemos de cortar árboles para construir casa, ni comer ningún tipo de animal, o incluso no deberíamos ni comer frutas o vegetales, ya que ninguna de estas cosas nos dio permiso hacerlo.


Igualmente, si los derechos realmente fueran naturales, toda sociedad tendría los mismos derechos. Sin embargo, sabemos que esto no es así. Cada sociedad tiene una perspectiva distinta sobre lo que es bueno o malo, y no toda sociedad tiene un concepto de derechos humanos, como los tenemos en los estados unidos y Puerto Rico. La realidad es que, aunque se escucha bonito, no existe nada en la naturaleza que nos permite saber cuáles son nuestros derechos, mucho menos derechos tan específicos como la autonomía sobre nuestro cuerpo. Esto nos deja con la segunda opción: los derechos son otorgados por la sociedad, o mejor dicho, por la ley.


No abundaré mucho sobre este tema, ya que no soy experto en la ley. Pero, puedo decir que, si esto es cierto, entonces no existe razón para luchar por nuestros derechos, o argumentar que nos están robando ciertos derechos cuando pasan ciertas leyes. Si los derechos son otorgados por la sociedad o la ley, pues esto quiere decir que no existe tal cosa como un derecho absoluto. Es decir, nuestros derechos pueden cambiar según la sociedad o la ley así lo determine. Por tal razón, antes del 1973, el aborto en los estados unidos no era considerado un derecho. Luego, fue considerado un derecho por 50 años, y desde este año, 2022, nuevamente no es considerado un derecho. ¿Cuál es el problema? Si nuestros derechos solo existen según la sociedad o la ley los reconoce o los otorga, no tenemos ninguna razón para protestar o argumentar que me están robando ciertos derechos con ciertas leyes. Decir que es incorrecto o malo revocar Roe v. Wade es intentar apelar a una ley, moralidad, o fundamento para nuestros derechos que trasciende la ley. Es decir, cuando luchamos por estos derechos humanos, estamos actuando como si nuestros derechos estuvieran fundamentados en algo que trasciende nuestras opiniones. Nuestros derechos existen, y punto. Es el trabajo de la ley o la sociedad, no otorgar ciertos derechos, sino reconocerlos. Pero, aquí estamos volviendo al inicio. ¿De dónde salen estos derechos?


Antes de ofrecer la tercera, y única opción, quiero recalcar el punto. Si nos encontráramos en una posición similar a la de Omni-man y Invincible, la realidad del caso es que no tendríamos ninguna forma de refutar su argumento. La realidad es que, en la ausencia de algún fundamento que trasciende la opinión humana, el ser humano no tiene ningún valor, objetivo. Nosotros vivimos como si tuviéramos valor, pero la realidad es que no lo tenemos. Igualmente, no hay nada malo, objetivamente hablando, en matar a alguien, esclavizarlos, o robarle sus “derechos.” Cuando decimos que estas cosas son malas, estamos actuando como si fuera un hecho que el ser humano tiene valor, que la vida tiene valor, que existe tal cosa como derechos humanos, y que existe tal cosa como el bien y el mal, objetivo. Pero, estamos diciendo todas estas cosas sin ninguna explicación de dónde salen estas cosas. Estamos apelando a un criterio objetivo, sin saber cuál es este criterio. Vivimos como si la vida tuviera valor, pero no sabemos de dónde sale ese valor, o por qué yo tengo una obligación moral de respetar ese valor.


Muchas personas alegan que las consecuencias son lo que determinan si algo es bueno o malo. Ante este argumento, les recordaré el plan de Omni-man. Según expliqué, arriba, Omni-man lo que quiere es apoderarse de la tierra, esclavizar la humanidad, pero en cambio la tierra tendrá paz, mejor tecnología, salud, y prosperidad. Para Omni-man, las consecuencias a largo plazo justifican sus acciones inmediatas. Si muy bien es cierto que, para poder asumir control, tendrá que matar a miles o millones de persona, también es cierto que estas muertes son necesarias para la prosperidad de la humanidad a largo plazo. Los Viltrumites van a venir a conquistar la tierra, si o si. La humanidad, en este caso, solo tiene dos opciones. O se somete, y logran prosperidad a largo plazo, o resisten y mueren todos. Ante estas dos opciones, si lo que determina el bien y el mal son las consecuencias, queda claro que el plan de Omni-man es bueno.


Creo que todos podemos estar de acuerdo con que lo que acabo de decir es absurdo. Aunque a largo plazo la humanidad prosperará, todos podemos estar de acuerdo con que matar a millones de personas que se resisten, y esclavizar a un mundo entero no es algo bueno. Como mucho, podríamos decir que someterse a la esclavitud sería un mal necesario, pero no podemos argumentar que es algo bueno.


Sencillamente, en la ausencia de algún estándar, criterio, o fundamento objetiva sobre el cual está fundamentado nuestro valor humano, no podemos refutar el argumento de Omni-man. En este caso, él tiene la razón, especialmente considerando que, para él, este momento es como un grano de arena en la playa. Es completamente insignificante, y por lo tanto no tiene sentido dar su vida para defenderlo. De la misma forma, la vida eventualmente verá su fin. Todo ser humano que está vivo, hoy, eventualmente morirá. Peor aún, es un hecho científico de que el universo entero, eventualmente dejará de existir. Ante tal realidad, la verdad es que nada de lo que nosotros hacemos, hoy, tiene ningún valor a largo plazo. Hagamos el bien o el mal, trabajemos o no, estudiemos o no, tengamos dinero o no, creemos una familia o no, etc., al final de todo, no hará ninguna diferencia. Todo eventualmente llegará a su fin, y no habrá nadie para recordar nada de lo que hicimos.


En otras palabras, la vida no tiene ningún valor, y no creo que hay nada que puedan decir que demuestre lo contrario. Vivimos como si la vida tuviera valor porque no tenemos más remedio. Si aceptamos que no tiene valor, que no existe bien y mal, etc., nos volveríamos locos y la sociedad se volvería un caos. Nos daríamos cuenta que es mejor morir, ahora, que seguir viviendo, sabiendo que solo nos espera más sufrimiento, hasta que eventualmente moramos, de todas formas. Es horrible pensar que no hay ningún punto detrás de nuestro sufrimiento. Más bien, como nos dice que biólogo ateo, “No existe, en el fondo, ningún diseño, ningún propósito, ni el mal, ni el bien, nada excepto indiferencia despiadada.” Este es el resultado de un mundo naturalista, en donde el ser humano es solo el producto de una serie de accidentes evolucionarios, al igual que el resto del universo. Pero, esta no es nuestra única alternativa.


Comencé este argumento diciendo que tenemos 3 opciones, en cuanto a los derechos humanos. Ya descartamos dos, y vimos la perspectiva tan deprimente que produce afirmar alguna de estas dos. Pero, existe una tercera, y creo que es la única que puede justificar nuestra creencia en derechos humanos, en el bien y el mal, el propósito de la vida, y el valor de la vida: Dios.


La perspectiva cristiana nos dice que Dios creó al universo, lo cual permite que nuestra existencia tenga propósito. Para tener propósito, se necesita intención. Para tener intención, se necesita inteligencia y voluntad propia. Es decir, solo las personas pueden producir propósito. Pensemos, por ejemplo, en un balde pintura. Digamos que el balde, accidentalmente, se derrama y cae sobre un lienzo. ¿Existe algún propósito, diseño, o significado en esa pintura sobre el lienzo? No. Solo fue un accidente. Ahora bien, si yo, intencionalmente, tomo unas brochas, uso la pintura, y comienzo a pintar alguna imagen sobre el lienzo, ahí sí podríamos decir que la pintura que resulta de ese proceso tiene un propósito, diseño, o significado. ¿Por qué? Porque ahora hay intención detrás de la pintura, y esta intención permite que exista propósito.


De la misma forma, si el universo es un producto de una serie de accidentes naturales, comenzando por una explosión, no hay forma alguna de que nuestra existencia tenga propósito o significado. Sin embargo, si fue creado por un Dios personal, ahí sí podemos decir que la vida tiene propósito, ya que hay una intención detrás de nuestra existencia. Similarmente, la Palabra nos dice que Dios creó al ser humano en Su imagen y semejanza. Esto implica que el ser humano, por el mero hecho de existir, tiene un valor innato y objetivo, lo cual se convierte en la base de nuestros derechos humanos. La razón por la cual la vida tiene valor es porque fue creada en imagen y semejanza de Dios. Él nos da nuestro valor, lo sustenta, y por tal razón deberíamos de respetar ese valor. Si Dios existe y creó al universo, entonces, esto permite que tengamos un estándar que trasciende la opinión humana sobre el cual podemos fundamentar nuestro valor y nuestros derechos.


En el caso de Omni-man, todos sus argumentos tienen razón, a menos que Dios exista. Si Dios existe, convirtiéndose en el estándar del bien y el mal, los derechos y el valor de la vida, el argumento de Omni-man se cae. No importa si, para él, la vida no tiene valor. La vida sigue teniendo valor objetivo. No importa si, para él, las consecuencias a largo plazo justifican sus acciones presentes. Existe el bien y el mal, objetivo, y esto no depende de las consecuencias.


Como nota adicional, siempre me sorprende cuando me topo con este tipo de temática en algo tan simple como un comic de superhéroes. Para los que no saben o entienden el afán con este género, quizás este escrito les permita entenderlo, un poco más. Además de ser divertido, permitiendo, en ocasiones, escaparnos, por un momento, de nuestra realidad que, a veces, puede ser deprimente, la mejor fantasía es aquella que tiene algo que decirnos. Es más fácil presentar una idea tan compleja como el fundamento del bien y del mal a través de algo divertido como un comic de superhéroes, que intentar escribirlo en un libro de filosofía, y pretender que el mundo, en general, va a leer y entenderlo.


En resumen, sin Dios, la vida no tiene valor, no tenemos ningún fundamento para el bien y el mal, ni para los derechos humanos. Todas estas luchas que tenemos, en este momento, son puramente emocionales y subjetivas. Pero, si Dios existe, la vida sí tiene valor, sí existe el bien y el mal, y a raíz de esto podemos justificar nuestra defensa de los derechos humanos. El único problema con esto es que, si Dios existe, Él es quien decide lo que está bien o mal, y en ocasiones esto entra en conflicto con nuestras opiniones y creencias, y eso a nadie le agrada. Por tal razón la sociedad intenta establecer ciertos derechos, sacando a Dios de la ecuación, sin darse cuenta de que, al hacer esto, estamos creando una sociedad en donde alguien como Omni-man puede tener la razón. Y, cuando hacemos esto, nacen personas como Hitler, y ocurren grandes atrocidades como el holocausto y la esclavitud. Ocurren estas cosas, y las vemos como malas, pero no nos damos cuenta que, sin Dios, en realidad no lo son.


Sin Dios, la vida no tiene valor. Con Dios, todos tenemos un valor innato, que nada ni nadie nos lo puede quitar. Por tal razón Jesús vino y murió en nuestro lugar. Él nos amó, y nos sigue amando, a pesar de nuestros errores y pecados. ¿Por qué? Porque seguimos teniendo valor en Sus ojos, no importa lo que hagamos. Su amor es eterno e incondicional, y por esa razón entregó Su vida en la cruz, para que pudiéramos tener vida eterna, si creemos en Él. En contraste, la sociedad nos dice que una persona tiene más valor que otra, y que este valor depende de ciertas cosas como nuestra aportación a la sociedad. Ayer los negros no tenían ningún valor. Hoy, los bebés en el vientre de una mujer no tienen ningún valor para muchos. Mañana, podemos ser nosotros los que no tenemos valor, ante la sociedad. Esto es uno de los resultados de intentar establecer los valores de una sociedad encima de otro fundamento que no sea Dios. En esta sociedad, Omni-man tiene la razón. Esa no es una sociedad en la que yo quiero vivir.

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