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Manuel Boglio

El Problema de la Deconstrucción


Escribo esto con una tristeza tan increíblemente profunda que no tengo palabras para describirla. Hace varios años atrás (no sé cuántos años, pero diría alrededor de 10) me topé con un canal de Youtube llamado “Good Mythical Morning.” Dos hombres, amigos desde su niñez, sentados en una mesa contando historias y haciéndonos reír. El programa ha ido evolucionando con el pasar de los años, siendo ahora mayormente un programa donde prueban comidas raras, hacen competencias, entre otras cosas. Pero, con todos los cambios, el constante es el mismo: dos mejores amigos, haciéndonos reír.


Recuerdo que, en más de una ocasión, yo compartí este canal con varias personas, diciéndoles que una de las cosas que más me gustaba de ellos era su inocencia. Ellos no dicen malas palabras, no hacen chistes de doble sentido, no son vulgares en ningún sentido, e involucran a su familia, de vez en cuando. Por tal razón, yo siempre pensé que eran cristianos, pero ellos nunca hablaban de su fe o sus creencias, así que solo era especulación.


Un día, ellos crean un podcast en donde son más personales, hablan temas más serios, y no se trata simplemente de hacernos reír. Nunca me llamó mucho la atención, pero siempre estaba atento a los temas de cada episodio, y de vez en cuando lo escuchaba cuando sabía que iban a hablar sobre algo interesante. Uno de esos episodios cambió por siempre la imagen que yo tenía de ellos, y en cierto sentido es la raíz de este escrito, hoy.


En ese episodio, Rhett and Link (los nombres de ellos), con mucho miedo, nos cuentan que se criaron en un ambiente cristiano, que eran cristianos casi toda su vida, completamente metidos en los asuntos de la iglesia, y que eso fue la inspiración original de Good Mythical Morning. Siempre lo supuse, pero ahora tenía confirmación. Sin embargo, el episodio continúa explicando que ya no son cristianos, y en las próximas semanas Rhett (principalmente) se encargó de relatar sus experiencias con el cristianismo, y explicar el por qué ya no cree que es verdad.


Luego de estos episodios, noté que Rhett se pasaba escribiendo en Twitter sobre este tema, criticando ciertas cosas sobre el cristianismo, defendiendo su decisión, etc. Algo que habían evitado hablar por años, ahora se había convertido en un aspecto central de su imagen pública. Inmediatamente, muchos cristianos salieron a la defensa del cristianismo, algunos ofreciendo oraciones por su restauración, pero la mayoría (por lo que Rhett nos cuenta) acusándolos de cristianos falsos que se habían dejado llevar por el liberalismo de California (originalmente, ellos son del sur, una de las regiones más religiosas de los estados unidos, pero se mudaron para California para intentar cumplir sus sueños de ser animadores, lo cual lograron). Eventualmente, el tema era tan constante que tuve que dejar de seguir a Rhett en Twitter, y terminé dejando de ver su programa.

Quiero aclarar, no he dejado de ver su programa simplemente porque no son cristianos. Más bien es que no puedo verlos sin pensar en el tema de su “deconstrucción” (como ellos le llaman) y sentir tristeza y frustración por no poder hablar con ellos. Y, además de eso, Rhett ha dicho ciertas cosas bastante agresivas hacia mi fe, y no puedo desligar estos comentarios de su programa. Por tal razón, he dejado de verlos. Pero, aún así me aparecen cosas sobre ellos en mis redes, así que estoy al tanto sobre lo que continúan haciendo en la industria del entretenimiento.


Quizás han notado que aún no he explicado el por qué comencé este escrito diciendo que siento una tristeza profunda. A eso voy, ahora. Hace un mes o dos atrás, Rhett anuncia que ha decidido crear música. Esto es algo con lo que siempre ha soñado, y ahora ha decidido tomarlo en serio. Ha grabado un disco, y su primer sencillo salió hace alrededor de un mes. Su nombre de artista ahora es “James and the Shame.” James es su primer apellido, y “the shame” significa “la verguenza.” Su primer sencillo se llama “Believe Me” (créeme), y tenlo por seguro que decidí escucharlo el primer día. Mientras me siento a escuchar la canción, inicialmente pensé que era una canción normal, hablando sobre una relación romántica que no anda bien. Esto es típico en este género (Country), así que no me sorprendió. Pero, mientras pasaba la canción y escucho el coro, me voy dando cuenta de que este no es el tema. De lo que trata “Believe Me” es sobre su deconstrucción, en particular la respuesta de la iglesia hacia su deconstrucción.


En la canción, Rhett intenta explicar que era un cristiano genuino, y que por diversas razones se dio cuenta de que el cristianismo no es verdad. Intenta aclarar que la razón por su pérdida de fe no es porque fue herido, o porque quiso vivir en el pecado. Sin embargo, estas son las razones que la gente quiere asumir, y por más que él intente aclarar que no es verdad, la gente insiste en decir que no era un cristiano genuino, etc. En la canción, entonces, Rhett simplemente nos está pidiendo que, aunque no estemos de acuerdo con su decisión, que le creamos cuando nos dice que ya no cree.


He escuchado esta canción un sin-número de veces. No puedo dejar de escucharla, y cada vez que la escucho me lleno de mucha tristeza. Rhett es una persona sumamente inteligente, y entiendo perfectamente sus razones por abandonar su fe (la razón principal es el conflicto aparente entre la ciencia y la Biblia, y la razón secundaria las atrocidades cometidas por la iglesia). Pero, una parte de mi no puede evitar pensar que, si tan solo tuviera la oportunidad de dialogar con él, quizás puedo convencerlo, de nuevo. Quizás puedo aclarar sus dudas, explicar mejor la Biblia, demostrar que no existe tal conflicto entre la ciencia y el cristianismo...pero, no puedo, y nunca podré. Así, que, solo puedo sentarme a escuchar una canción de un hombre que siempre he admirado mientras me dice que ya no cree en Dios.


Ayer salió su segunda canción, y esta es la canción que realmente me hizo sentarme a escribir. En esta canción, junto a su esposa, nos cuenta la historia de su relación. El primer verso nos cuenta cómo se conocieron y se casaron, mientras que los otros dos versos nos llevan al presente. El coro afirma, una y otra vez, que, “Yo no sé a donde vamos, pero sé que quiero que vayas conmigo. No me importa mucho sobre la destinación. Después que tú estés, es ahí donde quiero estar.”

Con este resumen, la canción parece ser una simple canción de amor, y el video crea un sentido de nostalgia al ver videos reales de ellos cuando eran jóvenes, mezclados con videos de sus hijos y los logros de Rhett en el mundo del entretenimiento. Mientras veo el video, siento que conozco personalmente a este hombre, y que he sido parte de su trayectoria, de alguna forma. Me hace extrañar momentos que yo nunca viví, y así es cuando sabes que la canción ha logrado su meta.

Sin embargo, la canción no es una mera canción de amor. Rhett ha sido vocal en que este disco completo trata sobre su deconstrucción, creando un nuevo género de música, nunca antes visto. El segundo verso cuenta sobre la conversación que Rhett tuvo con su esposa cuando le confesó que ya no creía en Dios. La reacción de ella fue llorar, y esto creó mucha tensión en su relación por un tiempo. Sin embargo, Rhett explica, “La vista borrosa de esas lágrimas eventualmente disipó, y viste la verdad por tu propia cuenta. Verdades firmes se convirtieron en ‘quizás,’ y más que a un salvador, necesitábamos ayuda.” La canción continúa hablando sobre este proceso, su mudanza a California, “la ciudad del diablo,” donde perdieron muchos amigos cristianos, pero donde han creado una vida feliz. Después de todo esto, Rhett dice que quisiera viajar al pasado y dejarle a saber a su esposa que todo va a estar bien, antes de culminar la canción reafirmando el mensaje del coro.


La tristeza que siento al escuchar estas palabras es inexplicable. Incluso, mientras escribía el párrafo anterior, mis ojos comenzaron a aguarse, y me dieron ganas de dejar de escribir. En realidad no tengo palabras para describir lo que siento, la razón, ni tengo la solución al problema. Pero, algo dentro de mí me dice que tengo que decir algo. Y, lo primero que diré quizás no se escuche muy bonito, pero es lo que siento.


Una de las razones por la cual siento tanta tristeza escuchando esta canción es por el coro. Yo, como cristiano, creo que si rechazamos a Cristo como Salvador, lamentablemente nos espera condena eterna (Juan 3:18). Ese es nuestro destino final si no nos arrepentimos de nuestros pecados, y creemos en Él. Mientras escucho el coro de la canción de Rhett, entonces, donde dice que no le importa el destino final, siempre y cuando ella (su esposa) esté con él, no puedo evitar pensar que el destino final que les espera es el de perdición. No me gusta hablar así. No quiero escucharme como esas personas que solo hablan de juicio, fuego, y condenación. Tampoco quiero pretender que soy Dios para saber quién va a ser salvo, o no. Pero, a la misma vez no puedo ignorar lo que la Palabra enseña, y una de las cosas que nos enseña es esa: si rechazamos a Cristo, nos espera condenación eterna. Cuando escucho las palabras del coro, entonces, junto a su esposa, no puedo dejar de imaginarlos caminando, agarrados de la mano y felices, directamente a un fuego eterno. Sé que se escucha un poco dramático lo que estoy diciendo, pero es lo que siento mientras escucho la canción. No puedo actuar como si no me afectara de esta manera.


Con esta imagen en mente, entonces, encuentro tan irónico que Rhett se esté expresando de esta manera, y siendo él una persona tan inteligente, no dudo que esto haya sido intencional. Yo creo que Rhett intencionalmente está retando esa creencia cristiana de perdición eterna, diciendo, indirectamente, “Seguramente ustedes ya nos han condenado al infierno. Pues, yo no sé si eso es verdad, o no, pero sea cual sea el destino, soy feliz junto a mi esposa.” Es como si estuviera señalando que no le tiene sentido que dos personas que tienen amor genuino en sus corazones, sean condenados al infierno por su falta de fe. Y, no quiero opinar sobre eso, porque ese no es el enfoque de este escrito. Lo que sí quiero enfatizar es que, de ser cierto el cristianismo, no veo manera de que un cristiano escuche esta canción y no sienta la desesperación y el dolor que yo siento, ahora mismo.


Pero, no debemos de sentir esta tristeza solo por una figura pública como Rhett. Más bien, si de verdad creemos lo que la Biblia nos dice sobre la salvación, deberíamos de sentir esta tristeza y desesperación constantemente, cada día que vamos por el mundo y vemos a tantas personas que no creen en Jesús. Es como si estuviéramos viendo a una persona caminando sin mirar, o quizás está mirando, pero no le importa, y al final del camino vemos que le espera un risco donde se caerá a su muerte. Si vemos esto, seguramente haríamos todo lo posible por advertirle a esta persona que deje de caminar en esa dirección. Haríamos todo lo posible por cambiar su rumbo, y evitar que se caiga por el risco y muera. Sin embargo, esto es lo que vemos todos los días. La mayoría de las personas que vemos a diario andan una vida cuyo destino final es muerte, y la única solución a esto es Cristo. Pero, muy pocas veces sentimos ese amor o desespero por la salvación de las personas que nos lleve a predicarles el evangelio. ¿Por qué?

En 2 Corintios 5:20, Pablo dice, “Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.” O sea, Pablo no está simplemente predicando el evangelio; él está rogando por la reconciliación de las personas con Dios. Dicho de otra manera, Pablo está diciendo, “Es como si Dios mismo estuviera rogando a través de nosotros, diciéndoles: Reconcíliense con Dios. ¡Por favor, reconcíliense!” Yo escucho la desesperación en las palabras de Pablo, en este verso, y es una desesperación que siento ahora mismo por Rhett, y que debería de sentir más a menudo por las personas.


Quiero decir mucho más sobre el tema de la deconstrucción, pero ya veo que voy por 4 páginas, y aún no he llegado al punto. Así, que, lo dejaré para una segunda parte. Pero, no quiero terminar sin hacer el siguiente énfasis: es nuestra responsabilidad, como iglesia, promover una sana doctrina a las personas, ayudarles a fortalecer su fe y su relación con Dios, evitando enfocarnos solo en predicaciones que evocan las emociones, y centrar nuestros mensajes en la Palabra. Un estudio relativamente reciente nos revela que las razones principales por la cual los jóvenes se están yendo de la iglesia todas tienen que ver con el intelecto. Claramente, entonces, en la iglesia no estamos haciendo lo suficiente como para nutrir el intelecto de nuestros miembros. Nos estamos conformando con que salgan del templo, cada domingo, sintiéndose bien, pero no nos estamos preguntando si están saliendo del templo nutridos, genuinamente. Rhett es producto de esa carencia, según él mismo nos cuenta. Se crió en un ambiente religioso que le decía que la evolución es del diablo, que la ciencia es producto del enemigo, y que no debería de cuestionar a Dios. Cuando fue creciendo, y fue confrontado con la realidad del mundo, se dio cuenta de que su iglesia le había mentido. Aprendió que la evolución y la ciencia son verdad, que debemos de amar más a las personas (incluyendo a los homosexuales), que la iglesia le ha hecho mucho daño a la sociedad, y se sintió defraudado. Esto fue lo que lo llevó a abandonar su fe.

Cristo nos dijo que el mandamiento más importante es “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente” (Mateo 22:37). A veces enfatizamos tanto el corazón y el alma, que olvidamos la mente. Actuamos como si el intelecto no fuera importante, y que si te enfocas demasiado en el intelecto, podrás ser teólogo, pero no tendrás una relación real con Dios. Yo me siento ofendido con esas palabras. No saben la cantidad de veces que yo he sido atacado por ser como soy. Muchos cristianos han cuestionado mis estudios (teología y apologética), y ya me han dicho tantas veces la frase famosa, “Dios no necesita defensa,” que he perdido la cuenta. Al parecer no se han dado cuenta que Dios tampoco necesita que le adoremos, más sin embargo nos manda a hacerlo (Salmo 150:6). De la misma forma, Dios no necesita defensa, más sin embargo nos llama a defender nuestra fe (1 Pedro 3:15).


No saben la cantidad de cristianos, especialmente jóvenes, pero también adultos, que se me acercan en privado porque tienen dudas sobre su fe, o sobre un verso bíblico, o porque un profesor de la universidad les retó, y no sabían contestar, etc. El cristiano de hoy día se encuentra en una guerra intelectual constante, y la iglesia necesita aprender cómo responder. Si la forma en que llevamos haciendo las cosas realmente estuviera funcionando, el número de personas que se están yendo de las iglesias no estaría en aumento. Claramente, lo que estamos haciendo no está funcionando, y se necesita un cambio.


Yo comencé a estudiar apologética hace más de 12 años atrás, pensando en que iba a cambiar al mundo. En aquel entonces, nadie sabía lo que era la apologética, y yo decidí intentar enseñarla en las iglesias en Puerto Rico. Quería intentar ser parte de crear una nueva generación de cristianos que no carecen de conocimiento bíblico. 12 años más tarde, siento que no he logrado nada. Me frustra ver la decadencia intelectual de la iglesia, ver tantos cristianos con quien yo mismo trabajé apartarse de la fe, y seguir encontrándome con la misma pregunta sobre la apologética. De verdad pensé que a estas alturas yo hubiera logrado más, pero no ha sido así.

Sin embargo, no me puedo rendir. No he logrado un cambio radical en el mundo, pero sé de vidas particulares que han sido salvas gracias a este ministerio. Y, no soy yo quien logró eso, claro. Fue Dios. Pero, mi punto es que mientras haya una sola vida que pueda conocer a Dios y ser salva, yo voy a seguir haciendo lo que hago. Pero, no lo puedo hacer solo. Llevo 12 años diciéndolo, y lo seguiré diciendo: Iglesia, necesitamos despertar; necesitamos hacer más.


El caso de Rhett ha traído a la luz un problema muy serio en la iglesia, y la cantidad de personas que se expresan en gratitud a él todos los días en las redes por darles una voz es alarmante. Es decir, esto de la deconstrucción es un problema serio, y necesitamos atenderlo. Las personas se sienten defraudadas por la iglesia. Sienten que sus necesidades intelectuales no están siendo saciadas. Muchos han sido heridos por sus hermanos en la fe. Y, un grupo significativo de estas personas están abandonando su fe, llamándole "deconstrucción," e influenciando a miles de otras personas a hacer lo mismo.


¿Por qué las personas se están yendo de la iglesia? ¿Qué podemos hacer para evitarlo? ¿Cómo podemos nutrir y fortalecer la fe de nuestros miembros? ¿Cómo podemos encontrar el balance entre la emoción y el intelecto? ¿Cómo respondemos a la necesidad del mundo actual? Estas son las preguntas que tenemos que hacernos, y es ya. Hoy. No mañana.

El mundo anda corriendo hacia la muerte. Busquemos la manera de lograr desviarlos hacia el camino de la vida. Esa es nuestra misión.

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